martes

LA VOZ DEL CANTE DE MUJER

"Una imágen dice más que mil palabras"...

Carmen Pacheco Rodríguez (Linares, 1951), es considerada por la crítica como una de las grandes de la historia del flamenco por su capacidad para interpretar todos los palos con hondura. La vocación por el cante y el flamenco le surge en su propia casa, ya que su padre era guitarrista aficionado. Las primeras actuaciones en público, siendo niña, las realiza en Avila, donde se había trasladado su familia por cuestiones de trabajo. Con 15 años gana el primer premio de cante flamenco de Radio Madrid, con una gran actuación en el Teatro Alcalá. A partir de lograr este galardón se introduce en los ambientes flamencos de la capital, aunque su primera actuación profesional se produce en Biarritz, Francia. En esta época, los primeros años de la década de los setenta, toma también en nombre de Carmen Linares, aconsejada por Fosforito y Juan Valderrama. Actúa desde entonces en las principales ciudades del mundo, compartiendo cabeza de cartel con las primeras figuras de flamenco, como Camarón, José Mercé, los Habichuela o Enrique Morente. Ha protagonizado también montajes teatrales desde 1981, como ‘La Historia de los Tarantos’ de Alfredo Mañas y ‘El amor brujo’ de Manuel de Falla.

CAMARÓN DE LA ISLA,

Aquí tenéis unos de los temas más míticos de Camarón, del álbum La leyenda del tiempo.

Espero que os guste

LA NIÑA DE LOS PEINES: PASTORA


Ya García Lorca elogió la voz de La Niña de los Peines: "voz de sombra, voz de estaño fundido, voz de musgo..." Y en 1996 su voz fue declarada Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Pastora Pavón está hoy considerada como la mejor y más importante cantaora de todos los tiempos. Su cante, que ella definía como "cante con fundamento", es el espejo en el que se miran todas las cantaoras.Como otros grandes genios del flamenco, fue una artista precoz. Hay constancia de su profesionalidad con apenas ocho años. Su escuela fue la improvisación, aunque recibió fuerte influjo de su hermano Arturo, el pianista. Su nombre artístico le viene de unas coplas que ella interpretaba cuando era muy joven, El Tanguito de los Peines: "péinate tú con mis peines/ mis peines son de canela".La Niña de los Peines se atrevió con todos los estilos, y en prácticamente casi todos rozó la genialidad. Son memorables sus seguiriyas, los tangos, la soleá o las saetas; sus peteneras y sus bulerías permanecen aún hoy insuperables e incluso creó un nuevo estilo: la bambera, aflamencando unas coplas del folklore andaluz. Desde entonces no han dejado de cantarse y todas las grandes figuras las incluyen en sus repertorios.
NOTA: Podéis acceder al museo virtual de La Niña de los Peines a través del enlace siguiente:

DON ANTONIO CHACÓN


Jerez de la Frontera (Cádiz), 1869 - Madrid, 1929. Cantaor. Uno de los más grandes cantaores de todos los tiempos. Era niño cuando comenzó a juntarse con el guitarrista Javier Molina y un hermano de éste bailaor, y hacia 1884 los tres juntos se lanzaron por los caminos de Andalucía para ganarse la vida en el flamenco. Pasaron peripecias y penalidades, pero Chacón solía decir, siendo ya famoso, que nunca había sido tan feliz como entonces. "Éramos dignos de ver -contó en sus memorias Javier Molina-. Chacón, con un lío y sus alpargatas. Mi hermano, con una maleta a las espaldas, a manera de mochila. Y yo con mi guitarra y las botas de los tres, y la merienda. Antes de entrar en los pueblos, debajo de las alcantarillas de las carreteras, merendábamos. La merienda se componía casi siempre de pan, queso, morcilla, chorizo y alguna vez carne y pescado; y en las posadas, muchos guisos de arroz con bacalao y pimientos. En las alcantarillas nos poníamos los trajecitos de trabajo y las botas, para entrar en los pueblos decentitos". Fue Silverio Franconetti quien primero le contrató para su café sevillano, y según Fernando el de Triana, también el primer cantaor que allí ganó veinte pesetas: "¡Hay que ver! Los cantaores más notables que hasta entonces se habían conocido nunca cobraron más de diez pesetas de jornal..." Y añadía sobre el éxito sin precedentes del joven cantaor: "Todos los notabilísimos artistas de la época de Chacón prescindieron de sus derechos de antigüedad y acordaron cantar por delante del fenómeno; así serían escuchados e indiscutiblemente aplaudidos, pues al terminar Chacón la primera sesión quedaba el salón completamente desalquilado de personal hasta que de nuevo comenzaba el público a concurrir para la sesión de madrugada; ésta terminaba a las cuatro de la mañana, que allí parecían las diez de la noche, y nadie se movía de su asiento hasta que Chacón terminaba, o mejor dicho, cerraba el espectáculo". El mayor competidor de Chacón en aquella época era Francisco Lema Fosforito, quien cantaba en el Café del Burrero, estableciéndose tal rivalidad entre los dos que para dar gusto a todos y no perjudicar sus propios intereses las empresas debieron llegar a un acuerdo y coordinar los horarios de las actuaciones, de tal manera que al terminar uno de los cantaores el público tuviera tiempo de salir y llegar a escuchar al otro. Antonio Chacón recibió pronto el tratamiento de "Don" con que fue distinguido por la admiración que despertó en vida. Fue extraordinario su instinto para ganarse a los públicos sin rebajar la calidad de su cante, como hizo con los caracoles, a los que en Madrid cambió la letra primitiva de "Cómo reluce / Santa Cruz de Mudela..." por la de "Cómo reluce / la gran calle de Alcalá..." Chacón dejó su impronta en casi todos los estilos que abordó, y culminó en los llamados cantes libres, en los que halló el mejor terreno para sus personales condiciones de voz y capacidad creativa. La cartagenera, las malagueñas y la granaína y media granaína, fueron géneros en los que su genio brilló de manera excepcional. Su discografía es al respecto muy interesante.